El Dr. Andrew Taylor Still (1818- 1917) creador de la osteopatía estaba convencido de que el ser humano contaba con todos los recursos necesarios para autorregular y mantener la salud.
“Conoce tu anatomía y fisiología pero cuando coloques tus manos en un paciente nunca olvides que un alma viviente está en él.” Dr. A.T. Still
Al comienzo del siglo veinte, un estudiante en su último año de osteopatía y discípulo de Still, llamado William Garner Sutherland, tuvo un asombrosa revelación: observó que los huesos craneales podian separarse facilmente y que esto deberia ser para permitir un movimiento respiratorio. Este pensamiento era contrario a lo que se enseñaba en esa época en los paises occidentales ya que se creia que las suturas de los huesos craneales en un adulto se fusionaban.
Este descubrimiento llevó a Southerland a estudiar el movimiento de los huesos craneales y sus efectos. Experimentando con su propio cuerpo, aprendió que las restricciones en el movimiento de los huesos craneales llevaron a síntomas como dolor de cabeza, desorientacion y mal estar. Asi confirmó que estos huesos tienen movimiento y que este es una importante funcion fisiologica. Southerland dedicó sus proximos y últimos 50 años explorando el significado de este movimiento.
Southerland entendió que exploraba un sistema de respiración involuntario de los tejidos, importante para el mantenimiento de la salud. Percibió que todas las células del cuerpo necesitan expresar una “respiración” rítmica para funcionar óptimamente. También descubrió que este sutil movimiento puede ser percibido por manos muy sensibles.
Southerland descubrió un sistema interdependiente formado por los huesos del cráneo, las membranas, el fluido cerebrospinal y el sacro. Todos estos fluidos y tejidos en el centro del organismo expresan un movimiento sutil interdependiente y rítmico. Ningún músculo es responsable por este movimiento. El concluyó que este movimiento está producido por una inherente fuerza de vida, a la que llamó El Aliento de la Vida. Southerland dedicó el resto de su vida a trabajar con este fuerza a través de la observación, la escucha y el cambio perceptual del contacto. Este cambio radical de su trabajo dió nacimiento al modelo biodinámico de la terapia craneosacral. Consideró al fluido cerebroespinal como principal vehículo de expresión y distribución de la potencia del Aliento de Vida en el cuerpo y como portadora de la impronta esencial de salud.
Terapia Biodinámica Craneosacral
En este trabajo, consideramos que la salud del cuerpo esta determinada por la habilidad del aliento de vida para fluir libremente por el cuerpo. Durante sus últimos años, Southerland, concentró su atención en trabajar directamente con la potencia del aliento de vida como medio terapéutico. El observó que si la expresión de esta fuerza vital puede ser facilitada, entonces la salud es consequentemente restaurada. Los doctores Rollin Becker, James Jealous y Franklyn Sills han seguido la investigación en la operación de estas leyes naturales que gobiernan nuestra salud.
“Conoce tu anatomía y fisiología pero cuando coloques tus manos en un paciente nunca olvides que un alma viviente está en él.” Dr. A.T. Still
Al comienzo del siglo veinte, un estudiante en su último año de osteopatía y discípulo de Still, llamado William Garner Sutherland, tuvo un asombrosa revelación: observó que los huesos craneales podian separarse facilmente y que esto deberia ser para permitir un movimiento respiratorio. Este pensamiento era contrario a lo que se enseñaba en esa época en los paises occidentales ya que se creia que las suturas de los huesos craneales en un adulto se fusionaban.
Este descubrimiento llevó a Southerland a estudiar el movimiento de los huesos craneales y sus efectos. Experimentando con su propio cuerpo, aprendió que las restricciones en el movimiento de los huesos craneales llevaron a síntomas como dolor de cabeza, desorientacion y mal estar. Asi confirmó que estos huesos tienen movimiento y que este es una importante funcion fisiologica. Southerland dedicó sus proximos y últimos 50 años explorando el significado de este movimiento.
Southerland entendió que exploraba un sistema de respiración involuntario de los tejidos, importante para el mantenimiento de la salud. Percibió que todas las células del cuerpo necesitan expresar una “respiración” rítmica para funcionar óptimamente. También descubrió que este sutil movimiento puede ser percibido por manos muy sensibles.
Southerland descubrió un sistema interdependiente formado por los huesos del cráneo, las membranas, el fluido cerebrospinal y el sacro. Todos estos fluidos y tejidos en el centro del organismo expresan un movimiento sutil interdependiente y rítmico. Ningún músculo es responsable por este movimiento. El concluyó que este movimiento está producido por una inherente fuerza de vida, a la que llamó El Aliento de la Vida. Southerland dedicó el resto de su vida a trabajar con este fuerza a través de la observación, la escucha y el cambio perceptual del contacto. Este cambio radical de su trabajo dió nacimiento al modelo biodinámico de la terapia craneosacral. Consideró al fluido cerebroespinal como principal vehículo de expresión y distribución de la potencia del Aliento de Vida en el cuerpo y como portadora de la impronta esencial de salud.
Terapia Biodinámica Craneosacral
En este trabajo, consideramos que la salud del cuerpo esta determinada por la habilidad del aliento de vida para fluir libremente por el cuerpo. Durante sus últimos años, Southerland, concentró su atención en trabajar directamente con la potencia del aliento de vida como medio terapéutico. El observó que si la expresión de esta fuerza vital puede ser facilitada, entonces la salud es consequentemente restaurada. Los doctores Rollin Becker, James Jealous y Franklyn Sills han seguido la investigación en la operación de estas leyes naturales que gobiernan nuestra salud.